¿Cuál es la importancia de comunicar bien la política de beneficios? Muchas compañías gestionan la información interna de forma torpe e insuficiente. Como consecuencia, no logran una comunicación asertiva con la audiencia más difícil, pero al mismo tiempo más importante: sus empleados.
Se supone que el factor humano dentro de la organización es uno de los capitales productivos e intelectuales más emblemáticos, de modo que una de las inversiones prioritarias ha de ser siempre la política de beneficios en la empresa así como la difusión de la misma.
Motivar a los empleados
Si se quiere una tripulación motivada e involucrada, el capitán y sus oficiales deben instrumentar mecanismos relacionales que faciliten la gestión del talento, la gestión del cambio, la gestión del rendimiento o la eficiencia. Los trabajadores son seres humanos que atraviesan episodios personales complejos como el embarazo o el fallecimiento de familiares, así que necesitan una política de beneficios ampliamente difundida a través de manuales de bienvenida, reuniones de contacto y redes sociales.
Mediante una campaña específica, correo electrónico, videoconferencia e Intranet es posible hacer frente a la volatilidad que se ha evidenciado en el recurso humano a partir de los recientes cambios generacionales. Al articular espacios de comunicación interna se logra conocer al personal e implementar un plan de beneficios acorde a sus necesidades, acompañado de una asesoría o consultoría back office se consigue comunicar de forma estratégica dicha política para atraer/retener la fuerza laboral.
¿Cómo comunicar la política de beneficios en empresa?
Las empresas deben saber cuan importante es elaborar determinados paquetes de beneficios socioeconómicos y garantizar que los trabajadores se sientan a gusto con ello. Se estima que menos del diez por ciento de los empleados comprende la política de incentivos en su lugar de trabajo porque las organizaciones no saben cómo visibilizar los posibles escenarios de conciliación familiar, los distintos mecanismos de colaboración para el cuidado de los niños, el esquema de comisiones, los beneficios fiscales.
En esta oportunidad, pasaremos revista por algunas metodologías que suelen facilitar esta importante tarea de comunicación interna, entendiendo que el paradigma actual en materia laboral e incluso jurídica-fiscal-contable, apunta fundamentalmente a velar por la dignidad humana de un trabajador que necesita recreación, conversación, tranquilidad e incentivo. Si una compañía lleva a cabo estas metodologías para incentivar a la nómina, el compromiso colectivo se traducirá en un incremento significativo de la competitividad.
- Alianza interdepartamental: Para comunicar satisfactoriamente la política de beneficios de una empresa, lo primero que debe hacerse es construir una agenda conjunta encabezada por el departamento de recursos humanos y el departamento de comunicación interna. De este modo se trabaja articuladamente en el diseño de los criterios corporativos para promover la cultura de la reunión y para que los trabajadores gocen de sus vacaciones, retribuciones y posibilidades de formación.
- Política y plan: Al sumar esfuerzos se evita una elaboración aislada de la política de beneficios en la empresa o del plan estratégico de comunicación corporativa, ambos documentos directivos deben ser ideados con consideraciones comunes y sobre la base de procesos previos de diálogo. Así se puede incorporar a los trabajadores en un sistema planificado de trabajo e incentivos, aplicando distintas acciones de comunicación interna para precisar la compenetración de todos.
- Estrategias y tácticas: La relevancia del caso obliga a tomar varias medidas generales y concretas para la consecución de los objetivos planteados. Se puede, por ejemplo, centralizar las soluciones en la nube para que la plantilla se pueda poner al día en un portal o en una red social, se puede diseñar una herramienta centralizada en la web para que los empleados gestionen sus propios beneficios y se puede disponer de una Intranet o portal del empleado para mantener de forma constante la comunicación.