Retos de 2017: Crecimiento y empleo para garantizar las pensiones

¿Se pueden garantizar las pensiones en el futuro? Esa es la pregunta que lanzamos hoy desde Grupo Atisa.

El optimismo debe imperar a lo largo de 2017, año en el que el Gobierno debe seguir trabajando para mantener la línea de mejora económica e incremento del empleo.

La economía española

A pesar de que la crisis nos ha dejado una situación complicada, lo  cierto es que en los años 2015 y 2016 el crecimiento de nuestro PIB se ha situado por encima del 3%. Este escenario  económico ha propiciado que en los tres últimos años se haya recortado el desempleo en más de un millón de trabajadores, lo que coloca la tasa actual  de desempleados por debajo del 19%.
El Gobierno maneja unos datos macroeconómicos en los que,  para  2017,  se prevé que el  crecimiento económico se sitúe en torno al 2,5% y la tasa del paro baje al 17,6%. Incluso el Ejecutivo considera que se crearán en torno a dos millones de puestos de trabajo en el periodo 2015-2019, lo que situaría la tasa del desempleo en el  13,8%  al inicio de 2020, con una cifra de parados por debajo de los tres millones y la cifra de ocupados superaría la barrera de los 20 millones.
Optimismo es lo que hacía falta en nuestra economía. Todo apunta a que el inicio de 2017 se está afrontando como un periodo donde cunde el optimismo dada la consolidación de la recuperación económica  y  la creación de empleo.  Es decir, cunde la idea de que no vamos a peor sino, bien al contrario, se mantiene la tendencia alcista de nuestra economía, con sus lógicos altibajos,  lo que  nos conducirá  a mejorar e incrementar la actividad de nuestras empresas, única vía para elevar  la  contratación de trabajadores que puedan contribuir al sostenimiento del Sistema de Seguridad Social con sus cotizaciones.

¿Es posible garantizar las pensiones?

Asegurar el pago de las pensiones públicas es uno de los objetivos del Gobierno y, a la vez, constituye una  de las principales preocupaciones de los españoles, tanto de los actuales pensionistas como de  quienes se encuentran cotizando para generar el derecho en el futuro.
Ahora faltan 20.000 millones de euros cada año para cumplir íntegramente  con los compromisos de pago de las pensiones públicas, aproximadamente  lo que suponen las dos pagas extraordinarias anuales, que en años anteriores se han ido cubriendo con el Fondo de  Reserva, ya muy menguado y que al final del pasado año 2016 arrojaba un saldo de 15.020 millones de euros, con lo que ya para el año actual se precisará un recurso económico adicional de,  en torno,  a 5.000 millones de euros.
Dentro de los planes del Ejecutivo se considera la posibilidad de buscar otras vías de ingreso,  cuando las cotizaciones de empresas y trabajadores no cubran el coste de las pensiones.  Este es un compromiso ineludible que se viene cumpliendo desde siempre, tanto es así que hasta el año 2000 no existía el Fondo de Reserva y las pensiones siempre fueron satisfechas.

Soluciones a corto plazo para garantizar las pensiones

A corto plazo, la solución del  Gobierno pasa por emitir deuda pública,  que deberá colocar el Tesoro para disponer de los  recursos  económicos necesarios al final del segundo semestre de 2017, en previsión de complementar la cuantía precisa para asegurar la Paga de Navidad (noviembre 2017) y asegurar igualmente las pagas de los años posteriores, en tanto no se equilibren las cuentas de ingresos y pagos de la Seguridad Social.
 

Soluciones a medio y largo plazo para garantizar las pensiones

La solución a medio/largo  plazo pasará porque el Gobierno establezca nuevas medidas, algunas de ellas se están estudiando en el Pacto de Toledo, entre las que destacamos las siguientes:

• Posibilidad de incrementar las bases de cotización para los trabajadores actualmente topados (base máxima actual: 3.751,20 € mensuales). Esto supondría destopar igualmente la pensión de jubilación (pensión máxima actual 2.573,70 € mensuales). Según parece, la idea del Gobierno es incrementar las bases máximas un 8% en varios años.  Si se adopta esta medida, aquí el Ejecutivo se va a encontrar frontalmente con la oposición de la patronal.
• Imputar la financiación de las reducciones de cotización o las tarifas planas a los Presupuesto Generales del Estado, con lo que la Seguridad Social se ahorraría anualmente cerca de 2.000 millones de euros.
• Separación de las fuentes de financiación, estableciendo que las pensiones de viudedad y orfandad no se liquiden con cargo a las cotizaciones,  sino que se paguen con impuestos.  Esto supondría un ahorro al Sistema (que no a los españoles) de unos 25.000 millones de euros, por lo que con esta sola  medida se solventaría el actual déficit de la Seguridad Social.

Futuros cambios normativos en la cotización a la Seguridad Social

En el peregrinar de ideas para mitigar los efectos del déficit de la Seguridad Social incluso se habla de que los robots industriales deberían cotizar como si fueran trabajadores. En este sentido,  la UE está estudiando una propuesta sobre la necesidad de que las máquinas robotizadas, que eliminan puestos de trabajo,  coticen a la Seguridad Social y paguen impuestos para mantener el Estado de Bienestar.
Esto supondría un profundísimo cambio normativo, ya que la legislación en España  (y seguro  de cualquier otro país) no contempla que las máquinas coticen ni tributen. Se verá, pero ya adelantamos que la “persona electrónica” no tendrá cabida en el ordenamiento de ningún país  a efectos de cotización social y tributación como renta, y sólo se podrá gravar su “actividad”  con impuestos especiales bien sea con cargo al fabricante o al usuario.
Dos realidades:

• El Sistema de la Seguridad Social no genera recursos suficientes para hacer frente a sus compromisos de pensiones.
• Urge una solución económica que,  aunque afecte de manera moderada a los bolsillos de los contribuyentes y/o a las empresas, consiga equilibrar el balance de ingresos y pagos de la Seguridad Social.