Toda información es susceptible de resultar de utilidad para la Agencia Tributaria. En este sentido, Internet y las redes sociales en particular representan una inagotable fuente de datos para Hacienda, que ya utiliza y que explotará de forma más intensa en el futuro. La Agencia Tributaria analiza las redes sociales en las investigaciones que realiza en busca de defraudadores.
La información que pueden buscar con trascendencia tributaria es mucha:
- Signos externos de riqueza que no se correspondan con las rentas del contribuyente.
- Vínculos familiares y profesionales de presuntos defraudadores.
- Negocios ocultos.
- Anuncios de viviendas en alquiler con rentas no declaradas.
- Ventas de vehículos.
Para la investigación, hacienda cuenta con “programas espías” y con un equipo de funcionarios destinados a recabar información en internet y en otros medios. Estos programas son capaces de procesar, seleccionar y recabar información que se encuentra en las redes sociales y en internet. Hacienda ampliará así sus ficheros con, por ejemplo, los contactos y relaciones online de los obligados tributarios.
También, las revistas y los periódicos sirven como punto de partida de investigaciones. Una foto de un contribuyente en una vivienda lujosa o un yate, por ejemplo, supone un indicio externo de riqueza que puede derivar en una inspección si su nivel de vida no casa con los datos fiscales declarados.
Pero no sólo es la Administración tributaria la que utiliza estos sistemas. Otras administraciones los están utilizando desde hace tiempo. A modo de ejemplo:
- La Inspección de trabajo analiza redes sociales profesionales en algunas de sus inspecciones.
- Los Ayuntamientos analizan las páginas web de las empresas para detectar actividades no declaradas en su municipio.
En definitiva, la administración no desaprovecha las oportunidades de recabar información que las nuevas tecnologías le están brindando.