El cambio climático representa un desafío para las empresas. Por un lado, las empresas deben buscar sistemas innovadores para desarrollar su actividad reduciendo las emisiones. Por otro lado, la situación demanda cambios logísticos que condicionan los distintos procesos de producción.
Realizar un análisis del contexto en materia de sostenibilidad es fundamental para tomar las decisiones de forma estratégica, con perspectiva de futuro y optimizando los costes derivados de este periodo de transición y planificación empresarial.
A la hora de afrontar cualquier cambio, es muy útil crear una foto del “ahora” o “Asis” y del “mañana” o “To be” tanto del contexto como de nuestra organización.
Si nos centramos en el Asis (hoy)
Según la AEMET, desde el periodo preindustrial, la temperatura media en España ha aumentado cerca de 1,7 ºC esto ha generado una serie de cambios que están afectando a todos los sectores (primario, secundario y terciario) en cadena.
- Escasez de Materias Primas (ej agua).
- Producción menos eficiente (ej. Productos de regadío)
- Cambios en los costes (ej. Incremento de costes por plagas)
- Cambios en las vías o medios de transporte. (ej. Por la falta de agua, ríos que usamos para el transporte de mercancías tienen menos caudal y esto ha provocado que se limite la carga por viaje como en el rio Rin en Alemania).
- Muertes por cuestiones relacionadas con el clima (ej. El jardinero que falleció por un golpe de calor)
- Enfermedades y bajas por cuestiones relacionadas con el clima. En la última década las olas de calor han aumentado un 57% respecto a la década anterior y han impactado directamente en nuestra salud.
- Otras.
Actualmente, la Unión Europea y por ende España están tomando medidas dirigidas a frenar este cambio climático (limitaciones a la circulación de vehículos en función a su etiqueta ambiental, limitaciones en la climatización de edificios y locales, obligación de presentar informes EINF de empresas que cumplen una serie de requisitos, compromisos relacionados con temas climáticos como el Pacto de Paris al intentar limitar el calentamiento global en este siglo a 1,5ºC o la transición hacia energías renovables entre otras). Estas medidas también están afectando a la planificación empresarial.
Si nos centramos en el To Be (mañana)
Ya en el 2014, El País afirmaba que en los 30 años que preceden a 2050 la temperatura media de España habrá aumentado de media 3 grados lo que no solo agravaría todos los problemas descritos anteriormente, sino que aparecerían otros nuevos.
- La ubicación actual para producir o prestar el bien o servicio ya no será apropiada. (ej la industria de turismo de costa tendrá que desplazarse para escapar de la subida del nivel del mar).
- Las materias primas actuales ya no serán óptimas por lo que habrá que sustituirlas por otras pudiendo afectar a la calidad del producto final (ej plantar semillas de variedades de uva más adaptadas a las nuevas condiciones lo que podría afectar a la calidad del vino)
- Otros.
Del mismo modo, continuarán tomándose medidas para frenar el cambio climático, y al igual que ahora, las empresas se verán afectadas. (habrá cambios en la regulación, se extenderán por España las zonas de bajas emisiones (lo que afectará al transporte) o se penalizará el uso de energías no renovables entre otras medidas.
Cambios que provoca el cambio climático en la planificación empresarial
¿Cómo podemos adaptarnos, de la manera más eficiente y gradual posible, al nuevo contexto que ha generado el cambio climático? Con una buena planificación empresarial, teniendo en cuenta los cambios que prevemos se producirán tanto en el contexto como en nuestra organización y partes interesadas, prestando especial atención a, los cambios regulatorios que afectarán a nuestro negocio y, más concretamente:
- Analizando nuestro proceso productivo
- ¿Dependemos de un bien escaso? (ej. en industrias que dependan de un bien escaso como el agua y que pudieran verse afectados por cortes de suministro).
¿nuestras materias primas sufrirán cambios? (ej. plantar variedades que se adapten mejor a la nueva temperatura). - ¿Se verá afectada la cadena de suministro? (ej. por complicaciones en el transporte).
- ¿Se verá afectado nuestro personal? (ej. profesiones que trabajan en la calle).
- ¿Se verán afectadas nuestras partes interesadas? (ej. clientes y proveedores)
- ¿Dependemos de un bien escaso? (ej. en industrias que dependan de un bien escaso como el agua y que pudieran verse afectados por cortes de suministro).
- Elaborando planes de continuidad de negocio que tengan en cuenta factores climáticos.
- Analizando y gestionando apropiadamente nuestros cupos ambientales.
- Diseñando reservas contables y de tesorería que permitan materializar esta transición climática de forma escalonada.
- Buscando fondos públicos y privados, a los que pudiéramos acceder, dirigidos a facilitar esta transición ambiental o hacia energías renovables.
- Elaborando informes de sostenibilidad o informes EINF.
- Estando al día de toda la normativa relacionada con compliance medioambiental, energías renovables y bienestar animal.
- Escuchando a las partes interesadas mediante la puesta en marcha de buzones de sugerencias y canales de denuncia ante incumplimientos o riesgos relacionados con los ODS y con ESG.
Un ciclo de mejora continua
Todos estos cambios deben realizarse desde una perspectiva de “Rueda de Deming”, también conocida como “ciclo de mejora continua”. Este enfoque permitirá, mediante la minería de datos reales, la anticipación a problemas y oportunidades futuras y, en definitiva, a la mejora continua de la organización.
Conclusiones
La sociedad en su conjunto y, por ende, el tejido empresarial, tendrá que:
- Adoptar medidas dirigidas a frenar el cambio climático.
- Adaptarse, de la manera más eficiente y gradual posible, a la nueva realidad generada por el cambio climático.
- Proteger a los más vulnerables a los efectos climáticos (Justicia Climática).
- Hacer todo esto desde una perspectiva de “Rueda de Deming” o mejora continua.
El cambio climático es el mayor desafío de nuestro tiempo y las organizaciones están en un momento decisivo para tomar decisiones. Solo aquellas empresas que sepan anticiparse a esta situación y se adapten al cambio climático estarán preparadas para sobrevivir en esta nueva realidad empresarial.